Vestíbulos limpios

La alfombra Kåbe destaca por su sencillez y su eficiencia para mantener limpios los espacios interiores.

Todo empezó hace unos 70 años cuando el innovador conserje de un banco se cansó de ver la suciedad que traían los clientes desde la calle. Con unos palos, unas tiras de caucho y unos clavos, creó el prototipo de una nueva solución: la alfombra de vestíbulo Kåbe.

Es una solución sencilla e inteligente a la vez: el polvo y la suciedad que suelta el calzado de los clientes quedan atrapados entre las tiras de caucho de la alfombra, evitan-do que lleguen al interior de los edificios.

Cada año, Trelleborg suministra 550.000 metros de caucho al centro de producción del fabricante de alfombras.

“Nuestra colaboración con Trelleborg funciona de maravilla”, dice Anders Åberg, director ejecutivo de Kåbe-Mattan. “Trabajamos juntos desde hace muchos años. Conocen nuestras necesidades y siempre entregan pun-tualmente. Para una empresa pequeña como la nuestra, que no puede almacenar grandes cantidades de producto, es muy importante contar con un colaborador alerta”.

Hoy en día, la mayoría de los productos para vestíbu-los están hechos de aluminio, adaptados a las distintas necesidades y deseos de los clientes. La alfombra puede corrugarse para vestíbulos con mucho tránsito, combi-narse con el color del decorado interior y adaptarse al calzado de tacón alto.

La función principal de una alfombra de vestíbulo es quitar la suciedad que traen los zapatos desde el exterior. Por lo tanto, suele tener zonas distintas: una rejilla para raspar, barras de goma corrugada y una zona textil.

“Nuestro cliente ha perfeccionado nuestro perfil de caucho y ha creado un producto sostenible de gran calidad que satisface una necesidad práctica”, explica Jacob Möllvik, gerente de ventas en Trelleborg Industrial Solutions.

Kåbe-Mattan factura anualmente unos 3,4 millones de euros y exporta al mundo entero. El producto está hecho con material 100% reciclable y cumple las máxi-mas exigencias en materia de contenido químico. Para poder utilizarse en edificios públicos, también debe cumplir una serie de normas de resistencia ignífuga.

"Contamos con una larga historia de cooperación. Un socio atento es muy importante para una pequeña empresa como nosotros"
Anders Åberg, CEO de Kåbe-Mattan